El Expresionismo es un movimiento cultural que surge en Alemania a principios del siglo XX. Aunque se extiende a diferentes campos, comienza con la pintura y coincide en el tiempo con el Fauvismo en Francia.
Grabriele Münter es una autora referente del Expresionismo alemán que destaca, además de por su magnífico legado pictórico, por haber salvado más de ochenta obras del famoso movimiento artístico El Jinete Azul de ser destruidas por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Os proponemos una selección de sus pinturas más conocidas como fuente de inspiración:
- Autorretrato, 1908.
El retrato es un género recurrente en la obra de Münter, cuyo especial interés era la captación del estado anímico del personaje, habitualmente triste y abstraído. Este cuadro en concreto es un buen ejemplo además de su evolución desde el postimpresionismo hasta el estilo expresionista que la acompañaría durante toda su trayectoria.
- Anna Roslund, 1917.
Münter retrata a Anna Roslund, escritora danesa de la época que encarna la imagen de una mujer segura de si misma, alejada de los convencionalismos y con una elegancia sobria y un tanto andrógena.
- The Yellow House, 1908.
Las casas fueron también uno de los temas favoritos de Gabriele Münter, atravesadas por líneas o barreras horizontales que simbolizaban su huída del entorno doméstico tradicional. La paleta de colores utilizada coincidía con su estado de ánimo: colores brillantes o especialmente apagados dependiendo del momento.
- Landschaft Am Meer, 1919.
Münter utilizaba el paisaje en sus obras como una representación del sentir interior del personaje. Su dibujo es simple, elimina lo superfluo para quedarse solamente con lo esencial.
- Beim Malen, 1911.
El cuadro es el retrato de Marianne Von Werefkin, pintora expresionista amiga de Münter y con la que formó parte, junto a otros artistas del Expresionismo Alemán, del grupo El Jinete Azul. En esta obra podemos observar el característico borde grueso negro que delimita las figuras en gran parte de sus pinturas.
- May Abend In Stockholm, 1916.
Esta obra es un buen ejemplo del uso del color que Münter realiza para expresar sus sentimientos. En este caso, un paisaje urbano de colores apagados para reflejar su tristeza por el final de su larga relación sentimental con el conocido pintor ruso Vasili Kandinsky.
- Kandinsky And Erma Bossi At The Table In The Murnau House, 1912.
Erma Bossi era una pintora austríaca que solía frecuentar la casa que Münter compartía con Kandinsky y en la que a menudo había reuniones de artistas de la época. Colores puros y dibujos simples para poner el foco en la esencia del ambiente y en la imagen subjetiva que la escena sugiere a la autora.
- Breakfast Of The Birds, 1934.
Un tema recurrente en el Expresionismo Alemán es la desolación del hombre durante el período de entreguerras. Destaca el contraste del frío exterior frente al confort de la vivienda, reflejo del buen momento personal del que Münter disfrutaba durante ese tiempo a pesar de la situación política y social.
- Hauptstrasse Mit Mann, 1934.
El cuadro es otro buen ejemplo de la expresión de la soledad y alienación del hombre que citábamos anteriormente. Un paisaje urbano sin apenas rastro de vida humana excepto un único personaje y que nos traslada al escenario desolador y un tanto angustioso del período de entreguerras.
- Blumen Auf Weis, 1934.
Gabriele Münter sufre una fuerte depresión durante la década de los años 20 que la mantiene alejada de la Pintura. Es después de un viaje a París en 1929 que retoma su profesión artística y se especializa en el género de la Pintura de Flores.
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